21/1/09

Un café en las tinieblas (almost a nightmare)

Esta siesta tuve un sueño que me gustó. En algún momento llegó a rozar con la pesadilla pero igual lo disfruté. Después de tantos días de encierro finalmente salía. Lo raro era que iba a la casa de Mavi. Iba caminando por la calle con mi mochila al hombro como siempre cuando escuché que alguien me llamaba. Era Pao, la hermana de Mavi. Ahora estoy en la pieza de Mavi (en la que en realidad nunca he estado) estamos hablando mientras yo busco algo en mi mochila (Ni idea que puede ser, esta sección del sueño es en 3ra persona) En algún momento por la puerta entreabierta veo a Pao y a Lise que salen de la casa riendose. ¿Desde cuando Pao y Lise son tan amigas? Le digo a Mavi que me tengo que ir porque o sino me voy a quedar sin colectivo (Lo cual es medio estúpido porque ya son como las once es decir ya no tengo colectivo) En la siguiente escena mi sueño cambia de nuevo a 1era. persona (Por lo visto mi inconsciente se cree muy avant-garde) estoy en un café. No se que hago en la parte de afuera de un café a las once de la noche. Aunque por lo que se ve...estoy tomando un cafecito. Estoy en la oscuridad y hace frío. De atrás me ilumina la luz irritante de un fluorescente. En este punto el sueño se vuelve más oscuro. Y en todo sentido porque se corta la luz. Entonces me levanto. No pago, porque aparentemente el café está cerrado. Mejor. Me ahorro unos billetes. Camino por las calles. No veo nada más que luces lejanas que perfilan las formas de los edificios y los árboles. En este momento me gustaría que mi inconsciente fuera más decimonónico y soñara en 3ra. persona porque veo un grupo de tipos que se acerca corriendo. Primero pienso: Estos vienen a cagarme a patadas porque no pagué el cafecito de mierda. Pero después me doy cuenta que más que venir hacia mi, parece que se escaparan de algo. Vienen directo hacia mi, pero pasan corriendo, sin rozarme siquiera. Sería lindo saber de que se escapaban ¿no? Pero hasta ahí nomás me acuerdo. A lo mejor ellos tampoco pagaron su café.

1 comentario:

Anónimo dijo...

CHA!! Es un relato excelente, Marcelo!! Alguna vez te dije que sos un suenho?