28/12/07

De los peligros en el shopping

No se si les ha pasado pero casi siempre que voy al shopping me encuentro con algún conocido. Y no precisamente un conocido "deseable" de ver. Por un instante nos miramos y luego cada uno gira la cabeza para otro lado o habla con la persona que tiene al lado. Pero algo ha pasado. Ignoro las razones culturales o sociológicas que me mueven a esa conducta estúpida que, finalmente, resulta más incómoda que haber dicho un mínimo y apenas audible hola y acompañarlo con una sonrisa sincera o gastada. Bueno, eso me pasó hace unos días cuando ingresé a uno de nuestros tantos shoppings dispuesto a gastar mi dinero en buenos libros (o en lo que hubiese).
Algunos no me vieron (mejor), estreché alguna mano anónima y la única persona a la que me hubiera gustado saludar no me vio.
Pequeñas catástrofes de un inocente día de compras. Pequeños terremotos que agrietan el suelo de nuestra vida cotidiana y nos hacen sentir ajenos e indeseados. Siempre encontraremos algún conocido que no conocemos en el shopping. Uno inclusive corre el riesgo de encontrarse consigo mismo.

3 comentarios:

Naticafer dijo...

Ese es el trabajo del Shopping, es lo que tiene que hacer para darnos un vistazo de la "vida real"

Marcelo Gill dijo...

Jajaja

rubén dijo...

se me hace q esa experiencia no es atribuhible exclusivamente a los shopings(lo escribo así porque es asi como suena en mi cabeza incosmopotalizada, lindo neologismo de paso)también pasa en el panchero de la esquina, con el chiclero de a la vuelta, una vez me paso esperando el colectivo(por cierto, tuve q esperar porque me pasó). perdon por el comentario de proletario reprimido